Etapa 1 del Lipedema
La etapa I del lipedema causa una distribución desproporcionada de grasa debido a una acumulación moderada de grasa, comenzando en las pantorrillas con nódulos dolorosos en las caderas, los muslos y los glúteos. No hay muchos cambios en la piel en esta etapa; sin embargo, hay hinchazón y dolor. Esta condición es genética, por lo que se hereda de manera materna. El lipedema es progresivo y evoluciona a lo largo del cuerpo con el tiempo. Es común la aparición de moretones fácilmente.
Etapa 2 del Lipedema
La etapa II del lipedema se caracteriza por un aumento en la acumulación de grasa y nódulos en las pantorrillas, caderas, muslos y glúteos. La piel se vuelve más desigual o con hoyuelos a medida que la hinchazón empeora, y los nódulos son dolorosos e hinchados. Los moretones son aún más comunes que en la etapa uno.
Etapa 3 del Lipedema
La etapa III del lipedema implica una acumulación significativa de grasa en las piernas inferiores, glúteos, caderas, brazos y muslos. Esta etapa se caracteriza por hinchazón prominente, nódulos más grandes y cambios significativos en la piel, como esponjosidad y mayor sensibilidad a los moretones.
Etapa 4 del Lipedema
La etapa IV del lipedema se caracteriza por una acumulación significativa de grasa en la parte inferior del cuerpo. El patrón de distribución de la grasa incluye las caderas, muslos, glúteos y piernas inferiores. En esta etapa, la condición puede presentarse con hinchazón significativa, nódulos grandes y cambios visibles en la piel.
Por qué el diagnóstico temprano de lipedema es importante
Entender las etapas del lipedema es crucial porque empeora con el tiempo sin tratamiento. La detección temprana y el tratamiento pueden prevenir síntomas más graves, como la disminución de la movilidad y el dolor debilitante. Las mujeres deben estar especialmente atentas al aumento inesperado de peso en las piernas y a una sensibilidad inusual, ya que estos pueden ser signos tempranos de lipedema.